miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Quieres ser mi enamorada? Umm no sé, déjame pensarlo


Ha pasado un poco de tiempo y no he podido dejar de pensar en ella. A veces puedo ir a verla y estar horas y horas conversando, riendo, pasándola muy bien, como nunca he estado.

Pero llegó el momento de perder los nervios y enfrentar mis emociones, saber que puedo estar a su lado y controlar mis impulsos. De pronto me encuentro frente a ella, su sonrisa me derrite, su mirada me consume, intento decirle algo pero la garganta está seca, la mentira que tramaba, ella lo descubrió de inmediato, estaba acorralado.

De pronto, cogí sus manos y mirándola fijamente le dije: “Has dejado de gustarme, lo siento…pero ya no me gustas…ahora sé que Te Quiero…y…estoy enamorado de ti.”

Ella no supo responderme, estaba muy nerviosa y algo confundida, el tiempo jugaba en mi contra, y pronto partiría, no pude decirle muchas cosas, pero ya había sembrado esa inquietud en su mente y corazón.

No creo en el amor a primera vista, pero soy muy creyente que, lo que uno siembra con amor, pronto la cosecha es maravillosa. Sabía que el camino  a su corazón iba a ser muy difícil, no lo tomé como un reto, pues ella no es un trofeo. Era un aprendizaje, conforme pasaban los días iba conociendo más mis emociones y sus actitudes.

No quería presionarla, por eso tampoco la llamaba, esperé un poco tranquilo alguna señal para actuar, sabía que mis detalles con ella iban calando más en su corazón. Yo solo quería verla feliz, saber que cada cosa que decía o hacía le robaría una sonrisa, era muy especial para mí.

Los días pasaban y cada detalle llenaba su hermoso rostro con una sonrisa maravillosa, amo y amaré siempre ese momento, verla feliz es mi gran placer, y lo estaba logrando.

Un domingo, estaba en casa, luego de grabar unas cosas en la computadora, me recosté en mi mueble y pensé por un instante en que ella y yo éramos enamorados, imaginé que la tenía en mis brazos y besaba sus labios, de pronto suena mi celular, era ella. Mi corazón saltó de emoción, traté de calmarme y respiré hondo; escuchar su voz era como un susurro delicioso para mis oídos, no podía ocultar mis emociones. Entre preguntas y cosas graciosas ambos satisficimos el momento de conversar, fue especial.

La conversación se había terminado, y estaba por retomar mis pensamientos y fantasías, pero nuevamente sonó el celular, era ella, ¿Qué habrá pasado? Me preguntaba.

“Sabes Fer, mi hermano irá al cine, pero lleva a su enamorada…y yo no quiero ser la violinista…¿Quieres ir conmigo?”

Al escuchar esa tentadora propuesta no lo pensé mucho y le dije que sí aceptaba, de inmediato me levanté y busqué ropa adecuada, el tiempo pasaba y no encontraba mi camisa, pues como siempre, mi hermanito lo tenía en su cuarto. Es una vaina tener hermanos que se pongan tu ropa, pero que se puede hacer, los quiero igual.

De  inmediato me cambie y ya estaba casi listo para salir, no pensé en nada, solo tenía en mente verla y estar a su lado, olvidando que su hermano estaría ahí vigilando. El taxista trató de cortar camino, pero de nada sirvió pues las calles estaban cerradas y tuvo que dejarme a casi 2 cuadras del cine, no me quedaba de otra que caminar o mejor dicho correr para llegar a tiempo.

Al verla me puse tan feliz, ella como siempre me regaló su hermosa sonrisa, fue en ese momento cuando me di cuenta que su hermano estaba ahí, y de paso la enamorada, quienes trataron de lucir agradables con mi presencia.  No puedo negar que a veces me intimido mucho al conocer nuevas personas.

Hacía mucho calor y compré una botella con agua. Desde hace mucho tiempo no iba al cine, quizás por eso olvidé que estaba prohibido ingresar bebidas compradas en otro lugares, el personal me detuvo justo cuando estaba por ingresar a la sala de proyección, avergonzado tuve que ir a encargar la bendiga agua. Pero no me importaba, solo quería estar con ella y pasarla súper.

No me percaté que su hermano me había puesto en la mira, quería ver si yo hacía o decía algo que pudiera delatarme,  traté de ser muy cauteloso. La película estaba muy divertida, y tenía algo atravesado en la garganta,  pero no sabía cómo decirle, pues el hermano estaba mirando mis movimientos. Poco a poco me acerque y le dije:

“¿Te puedo decir algo?” “Hoy estas muy hermosa”

Ella sonrió y agradeció mis palabras. Muy nervioso, traté de concentrarme en la película y disfrutar como niño, pues soy muy fanático de las películas animadas. No hacía falta nada más, ella estaba a mi lado riendo y yo completamente feliz de vivir ese momento.

No me había percatado, pero, el hermano de Valeria le había pedido a su enamorada que nos vigilara, quizás pensó que yo la abrazaría o podría mostrar algún afecto más romántico, pero no fue así, fui más cauteloso y logramos despistar el enemigo.

Fue una noche muy linda, a pesar que no pude decirle más cosas, el tenerla cerca era suficiente para sentirme feliz. Los días pasaban y este sentimiento iba creciendo más y más, estaba seguro que ella también sentía algo, pero no me atrevía a exigirle que me cuente, dejé que ella misma se expresara y así fue.

En una oportunidad, Valeria me confesó que pensaba mucho en mí,  hecho que me emocionó, pero no tanto como cuando me dijo: “Fer…TE QUIERO”, era lo que tanto había esperado escuchar, no podía existir momento más especial, sabía que todas las cosas lindas que le decía habían calado en ella. Esto me motivó a prepararle un súper regalo especial, algo que me nacía hacerlo, algo que no lo hacía desde hace miles de años.

Visite varios lugares en busca del regalo perfecto, todos me parecían simples, hasta que encontré uno maravilloso, tenía todo lo que mi corazón deseaba plasmar. Regresé a casa  y empecé a armarlo, se me hizo complicado pero no imposible, tenía lo único e importante en ese momento, ‘Inspiración’.

Con mucho esfuerzo logré terminar la sorpresita, solo era cuestión de esperar el momento adecuado para dárselo y de paso aprovechar para decirle que me estaba enamorando más de ella y que no importaba si tenía que esperar, lo iba hacer si era necesario. Creo que mi único objetivo desde que la conocí, fue hacerla muy feliz y no importaba nada más, solo verla feliz.

“Hoy mi jefe no estará, ¿puedes venir a verme?” Este mensaje era suficiente para mí, sabía que había llegado el momento, tenía que vencer mis miedos, mirarla una vez más a los ojos y decirle que me moría de ganas por abrazarla, por darle muchos besos y sentirla tan cerca. Pensé que lo tenía todo controlado, pero al tenerla frente a mí me desvanecí y los nervios regresaron, ya no podía comerme las uñas, así que opté por comprar algo y comer, así logré tranquilizarme.

Llevé una hermosa rosa roja para que la acompañara en el camino, pero además tenía otra sorpresita especial para ella, al verlas se emocionó demasiado, noté su nerviosismo y las ganas enormes que tenía por abrazarme, pero yo mantenía mi distancia, traté de buscar las palabras correctas y por un momento en la vida relajarme y…

“Tú sabes muy bien lo que siento por ti…mi corazón se emociona a mil cada vez que estás conmigo…yo no vengo a pedirte una oportunidad…solo quiero que sepas que tienes aquí a un hombre dispuesto a hacerte muy feliz…a amarte con locura y pasión…”

De pronto ella me abrazó, y no pudimos despegarnos, al fin podía sentir su cuerpo pegado al mío, mi corazón se aceleró demasiado y sentía que el aire se me iba, traté de relajarme pero era imposible, ambos reíamos del momento, estábamos muy felices y de pronto…poco a poco nuestros labios se juntaron, y fue en ese momento que me sentí completamente feliz.

No creo que pueda describir tanta emoción, tienes que vivirlo para que logres entenderme. Estábamos muy emocionados y no podía dejar de besarla, era mi sueño hecho realidad, era el momento más maravilloso de mi vida, luego de muchos años mi mejor amiga logró enamorarme como si fuera la primera vez. Una y mil veces nos abrazamos pero faltaba algo.

“¿Quieres ser mi enamorada?”

“Este…ummm no sé, déjame pensarlo…umm, creo que sí”. Ambos nos paramos de reír, era un momento muy feliz en nuestras vidas.

Era la respuesta que yo más había deseado escuchar, nos abrazamos tan fuerte que era imposible soltarnos, una y miles veces besé sus labios, no quería dejarla ir, pero como siempre, el tiempo es el peor enemigo.

Sé que recién estamos empezando una nueva historia, aún nos queda mucho por recorrer, pero haré todo lo que esté a mi alcance para demostrarte que puedo enseñarte a amar de verdad. Sacaré de ti todo el lado romántico posible, y no temas en expresar tus emociones.

Es maravilloso como un ser humano tan especial puede hacer tantas cosas en tu vida, jamás imaginé volver a escribir cartas de amor, pero lo hice por ella, no me gustaba la lluvia, pero ella me conquistó más en la lluvia, nunca imaginé cantar, pero le llevé una serenata…y aún faltan muchas cosas más.

Yo no soy feliz desde que ella me dijo que ‘ SÍ’, Soy feliz desde el primero momento en que ella entró a mi vida, y no dejaré que se vaya.

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1 comentario:

  1. hay por DIOSSSS ...........k emocionnnnn creo k hasta lloreeee .........solo vive cada dia amigoooo Fer :)

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